Se trata de A Calzoa, que acaba de ser designada oficialmente por el Concello de Vigo como playa para perros. Esta zona, situada en la desembocadura del río Lagares, ha obtenido tradicionalmente calificaciones poco destacadas por parte de los técnicos comunitarios, que le ha otorgado una nota de “suficiente” a sus aguas coincidiendo con su entrada en vigor como zona de baño autorizada para canes.
De las cuatro catalogaciones que ofrece la agencia –excelente, buena, suficiente, pobre-, ésta es la tercera más baja y está al borde del suspenso. De hecho, en aquellas que son consideradas como “pobres” se insta a prohibir el baño.
Otro hecho llamativo es que todas las playas han recibido la máxima distinción salvo dos. Una es la mencionada A Calzoa y la otra es nada más y nada menos que Samil, que se ha quedado en el segundo nivel al recibir la etiqueta de “buena” calidad de agua.
La noticia positiva es que A Fontaíña, en Coruxo, mejora su estado, pasando de “suficiente” a “excelente”, y Figueiras, en Cíes, pasa de “buena” a “excelente”.
Área metropolitana
En el área metropolitana hay algún arenal que suspende, como la playa de Agrelo, en Bueu. Además, la redondelana Arealonga, que siempre ha salido malparada de los análisis europeos, este año no ha obtenido calificación por falta de datos.
Otra que se ha quedado en el ‘cinco raspado’ es Sobreira, en Moaña, mientras que Salgueirón, en Cangas, consigue superar el “suficiente” que tenía para subir hasta la calificación de “buena”.