Las investigaciones se iniciaron a principios del pasado mes de marzo cuando el dueño de la batea denunció que le habían sustraído 120 cuerdas que se encontraban atadas y sumergidas en el mar con cría de mejillón y otras 500 más que estaban vacías y enrolladas encima de la batea.
A raíz de las pesquisas realizadas por el Equipo de Investigación de la Compañía de la Guardia Civil de Pontevedra, en colaboración con los efectivos del puesto de Moaña, se establecieron varias líneas de trabajo valorando para ello las circunstancias y el posible móvil del delito, cobrando fuerza la posibilidad de una posible venganza por rencillas personales entre el supuesto autor y la víctima.
Partiendo de esta hipótesis, después de poco más de dos meses de investigación, la Guardia Civil consiguió localizar y recuperar la totalidad de las cuerdas en una batea situada frente al litoral costero de Santa Cristina de Cobres.
El propietario de la batea, que fue detenido como presunto autor de un delito de hurto y puesto en libertad una vez que prestó manifestación en las dependencias de la Guardia Civil, deberá comparecer, cuando sea citado, ante el juzgado de instrucción de guardia de Cangas.
Las cuerdas, valoradas por su propietario en algo más de 22.000 euros, quedaron inmovilizadas y depositadas en la batea del detenido a disposición de la autoridad judicial.