Con los años, a los tres ingredientes primitivos, se le fueron añadiendo otros como las nueces o piñones, uvas pasas o frescas, y algo de pollo o pavo para convertir esta ensalada en un plato completo. Esta ensalada, con esa maravillosa combinación de sabores, es especialmente recomendable para los días calurosos de verano, ya que resulta muy refrescante.
Ingredientes para 4 personas:
3 ramas de apio.
1 manzana roja.
1 manzana Granny Smith.
100 g de nueces.
150 g de uvas.
2 cucharaditas de zumo de limón.
75 g de pechuga de pollo asada o cocida {opcional}.
Para la salsa, mezclamos a partes iguales mayonesa y yogur natural sin azucarar.
mezclum de lechugas.
Preparación:
Lavamos las manzanas. Yo suelo dejarles la piel, pero si no os gusta podéis pelarlas. Las cortamos en daditos pequeños, y las ponemos en un bol junto con el zumo de limón. Removemos bien, esto evitará que las manzanas se oxiden.
Añadimos al bol el apio picado pequeñito, las nueces picadas, las uvas cortadas a la mitad {si tienen pepitas conviene retirárselas con la punta de un cuchillo} y la pechuga de pollo en trocitos, si es que vamos a añadírsela.
Añadimos la salsa de yogur. Podemos usar salsa de yogur comprada {en esta ocasión he puesto salsa de yogur Choví}, o hacer nuestra salsa casera, simplemente mezclando mayonesa y yogur natural a partes iguales. Mezclamos para que todos los ingredientes queden cubiertos por la salsa de yogur.
En una fuente disponemos un fondo con las hojas de lechuga. A mí me gusta poner una mezcla de lechugas y hojas verdes variadas, pero en esto también podéis hacer cambios y poner según vuestro gusto.
Encima de la cama de lechuga, ponemos la ensalada que teníamos mezclada en el bol. Servir la ensalada fresquita.