Los efectivos de la Patrulla Fiscal y Fronteras de la Guardia Civil de Vigo, que realizaron la inspección, se incautaron de 121 envases, con un total de 3.509 unidades, que fueron almacenadas para su destrucción en un depósito autorizado.
La venta de estos artificios pirotécnicos sin autorización, como es el caso de todos los vendedores ambulantes, está tipificada como una infracción grave al Reglamento de Artículos Pirotécnicos y Cartuchería y su responsable, que fue identificado, puede ser sancionado con una multa que va desde los 300 a los 30.000 euros.