En uno de los locales, la Guardia Civil localizó un envoltorio con 97,5 gramos de hachís y 70 euros en metálico, escondidos detrás de la máquina registradora. En otra dependencia del bar se encontraron pequeñas cantidades de cocaína y varias bolsas de plástico, recortadas y dispuestas para el empaquetado y distribución de los estupefacientes.
La Guardia Civil concluyó la inspección del establecimiento con la detención de su responsable, como presunto autor de un delito contra la salud pública, por tráfico de estupefacientes
Tres horas después, sobre las cuatro de la madrugada, el dispositivo requirió al propietario de otro local después de observar como los clientes entraban y salían del bar con total normalidad, pese a que aparentaba estar cerrado al público. En el interior del bar la Guardia Civil identificó a los clientes que se encontraban fumando tabaco y consumiendo estupefacientes. En total se formularon 35 denuncias administrativas por distintos conceptos relacionados con la seguridad ciudadana y el consumo de drogas en establecimientos públicos y lugares de ocio.
El dueño del bar detenido fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción de guardia de Tui que decretó su libertad provisional con cargos.