Como siempre sucede en estos casos, los pasajeros han tenido que ser trasladados por carretera a la terminal de Lavacolla, aumentando todavía más la cifra de usuarios perjudicados por la desactivación del sistema de ayuda al aterrizaje.
El nuevo aparato fue instalado el pasado domingo pero todavía no se han podido llevar a cabo las labores de calibración debido precisamente a la nubosidad existente.
Los trabajos precisan de una meteorología favorable para que un avión con equipos especializados compruebe si el nuevo dispositivo funciona correctamente. Para ello, necesita efectuar distintas operaciones a lo largo de dos días.
Este miércoles por la mañana, los técnicos estaban valorando la situación del cielo en Peinador para decidir si iniciaban la calibración. Fuentes de AENA han informado de que todo está “a la espera de cómo evolucione” el tiempo.