El regidor vigués ha calificado de “disparate” la propuesta del Gobierno gallego, que sostiene el proyecto debe ampararse en la tramitación y redacción de un Plan Especial de Protección e Reforma Interior (PEPRI), sin que haya que aplicar ninguna normativa extraordinaria como la Ley 3/2016, que es la que exige el Concello. Este texto legal es el que permite a Vigo desbloquear proyectos que sean urgentes o de gran interés social al no tener Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM).
Caballero rechaza esta opción porque demoraría durante mucho tiempo el inicio de la construcción del polideportivo. Según aseguró, solamente la tramitación del plan especial duraría “dos años si todo va bien”. “Hay desarrollos de PEPRI que llevan diez años esperando por diferentes conflictos”, añadió. Esto le ha llevado a sacar la conclusión de que la Xunta de Galicia “no quiere que hagamos” la obra.
Esta situación la hizo extensiva a los trabajos previstos en otras zonas de la ciudad. Además de la peatonalización de Porta do Sol y de la instalación de cintas mecánicas en la Gran Vía, mencionó varias fases de humanización en Camelias y García Barbón. “Nos las tienen paradas”, indicó.