De ahí que también se decía que Vigo poseía»tres alcaldes», en alusión al máximo dirigente municipal, al presidente de la Autoridad Portuaria y al delegado de la Zona Franca viguesa.
Esta circunstancia era especialmente sangrante cuando los tres cargos no pertenecían al mismo partido político, pero incluso en alguna época que no era así también podían existir problemas.
Durante una buena parte del mandato de Abel Caballero como alcalde de esta ciudad, éste convivió con Puerto y Zona Franca gestionados por cargos del Partido Popular.
Incluso en la Diputación pontevedresa durante bastantes años estuvo al mando una persona con poca formación procedente de la localidad de Ribadumia. Este político tenía por norma que de los fondos anuales que gestionaba la Diputación apenas nada de ellos pudieran llegar al Concello vigués.
Esto se solucionó a raíz de las últimas elecciones municipales en las que los socialistas se hicieron con la administración provincial y pusieron al frente a Carmela Silva, persona de total confianza del señor Caballero.
Y por otra parte, esta semana don Abel se hizo con la tercera pata de nuestros entes y administraciones al conseguir colocar a su mano derecha David Regades como delegado de la Zona Franca.
Quizá no sería equivocado decir que nuestro alcalde don Abel Ramón Caballero Alvarez es el dirigente de nuestra ciudad que más poder ha acumulado desde hace muchos años.
Esperemos que tanto poder no se le suba a la cabeza y lo sepa gestionar con sensatez.