Los fans congregados en Castrelos comenzaron a tomar posiciones tres horas antes de la actuación a pesar de tener que tirar de paraguas, del que no se pudieron desprender hasta que pasaron las primeras canciones, entre las que estuvo uno de los grandes éxitos de Juanes, ‘A Dios le pido’. Incluso luego algunas gotas incordiaron a los presentes, que no por ello dejaron de corear los temas del músico cafetero, entre los que no faltaron ‘La camisa negra’, ‘Nada valgo sin tu amor’ o ‘Volverte a ver’.
Juanes, que ya había actuado en Castrelos bajo la lluvia en 2011, correspondió a los asistentes con un gran concierto, cargado de energía y siempre buscando la complicidad de los espectadores, a los que se dirigió en multitud de ocasiones. Probablemente la más emotiva fue en la que tocó soplar las velas.
De repente, un miembro del equipo irrumpió en el escenario con una tarta y dejó el momento en bandeja. Vigo le felicitó y Juanes devolvió el cariño recibido: “El regalo para mí es estar cantando para ustedes esta noche”, confesó.
Quizás ese afecto recíproco fue el que propició hasta tres bises al final del concierto. Castrelos no paraba de gritar “otra, otra…” y el colombiano respondió a las peticiones. “Están locos”, decía al final. Fueron casi dos horas y media de actuación, en la que tanto el público como el artista se encargaron de generar una gran noche para el recuerdo.