El incendio, que se produjo a finales del pasado mes de julio, según datos aportados por la Xunta de Galicia, había afectado a una extensión aproximada de 4.000 metros cuadrados de superficie arbolada.
Tanto las pesquisas previas realizadas por los responsables de los servicios técnicos que participaron en la extinción del fuego como las investigaciones llevadas a cabo por la patrulla del Seprona de Tui, fueron determinantes para concluir que el incendio se produjo como consecuencia de la tirada de fuegos artificiales que se había realizado ese mismo día desde un lugar muy próximo a la zona donde se había iniciado el fuego.
Las investigaciones realizadas por la Guardia Civil concluyen que en el punto de inicio del fuego se encontraron varias varillas de los artificios pirotécnicos y los restos de una bomba de palenque que se habían utilizado ese mismo día en la tirada de fuegos artificiales de la parroquia donde se ubicaba el incendio.
En el marco de la misma investigación, el Seprona detectó también una serie de irregularidades, tanto en la tramitación y expedición de la prevenida licencia municipal para la tirada de los fuegos, como en el cumplimiento de las medidas de seguridad que imponen este tipo de autorizaciones.
Entre las irregularidades detectadas sobresalen especialmente la ausencia de un vehículo motobomba o cisterna en el recinto donde se celebraba el espectáculo, teniendo en cuenta que el vehículo más próximo era el de la comunidad de montes y estaba sin carga de agua. Además, la tirada se hizo en una pista asfaltada entre varias fincas agrícolas, la mayoría cubiertas de maleza, y a menos de los prevenidos 200 metros de una zona forestal.
El hallazgo de los restos de artificios pirotécnicos en el punto de ignición y las irregularidades detectadas en el cumplimiento de las medidas de seguridad que conllevan este tipo de eventos, dieron lugar a que se notificase al presidente de la comisión de fiestas su condición de investigado como supuesto autor de un delito de incendio forestal por imprudencia.