Si no habéis probado este tipo de ollas… ¿qué os parecen estas deliciosas albóndigas de pollo con salsa de cerveza? Quedan tiernísimas, casi sin ensuciar, y se cocinan solas.
Ingredientes para 4 personas:
Para la mezcla de especias:
1 cucharada de pimentón de la Vera.
1 cucharada de sal.
1 cucharada de cebolla en polvo.
1 cucharadita de ajo molido.
1/2 cucharadita de pimienta cayena molida.
1/2 cucharadita de comino molido.
1 cucharadita de tomillo seco.
1 cucharadita de orégano seco.
1/2 cucharadita de pimienta negra molida.
(Esta mezcla de especias se puede utilizar para adobar todo tipo de platos: hamburguesas, pollo asado, costillas al horno…)
Para las albóndigas:
1/2 kg de pechuga de pollo picada.
2 rebanadas de pan de molde.
125 ml de leche.
1 huevo
1 1/2 cucharaditas de la mezcla de especias.
1 cucharadita de perejil fresco.
375 ml de caldo de pollo.
125 ml de cerveza.
pan rallado.
aceite.
1 cucharada de harina (para espesar al final la salsa).
Preparación:
Ponemos a remojo el pan de molde troceadito con la leche.
En un bol grande mezclamos el pollo picado, el pan escurrido de la leche, un huevo batido y las especias. Amasamos todo bien. Podemos añadir un poco de pan rallado si vemos que no podemos manejar bien la masa para formar las albóndigas.
Formamos unas albóndigas más bien grandecitas, con estas cantidades a mí me salieron 12 albóndigas.
Pasamos las albóndigas por pan rallado y las doramos en aceite bien caliente. Este paso ayuda a que las albóndigas tengan mejor presencia, ya que la cocción en olla lenta no les aporta color.
Mientras tanto, ponemos el caldo y la cerveza en un cacito y les damos un hervor; sólo 5 minutos, así eliminamos el alcohol de la cerveza, ya que en la olla lenta no se evapora.
Ponemos las albóndigas doraditas en la olla, vertemos por encima el caldo con la cerveza y dejamos cocer en temperatura alta entre 3 y 4 horas.
Cuando estén listas, retiramos las albóndigas de la salsa. Sofreímos una cucharada de harina con un poco de aceite en una sartén. Cuando esté doradita, añadimos los líquidos que han quedado en la olla, y así nos quedará una salsa más espesita y apetecible. Ponemos esta salsa sobre las albóndigas y servimos.