Además, como podemos prepararlo con todas aquellas verduras que anden olvidadas por nuestra nevera, es una receta ideal para evitar el desperdicio de alimentos y para ahorrar en nuestra alimentación, al mismo tiempo que evitamos conservantes, colorantes y cualquier otro químico que no enriquece nuestro paladar.
Ingredientes
50 g de hojas verdes de puerro.
50 g de cebolla.
2 dientes de ajo.
200 g de verduras (lo que tengas por casa: zanahoria, tallo de brécol, apio, calabacín, judías…).
150 g de sal.
50 g de aceite de oliva.
1 hoja de laurel.
Preparación (con Thermomix)
Ponemos en el vaso de la Thermomix todas las verduras un poco troceadas, la sal, el aceite de oliva y la hoja de laurel. Trituramos 1 minuto velocidad 10.
Bajamos todos los restos de las paredes del vaso y de la tapa y programamos 35 minutos, Varoma, velocidad 2. Yo pongo el cestillo sobre la tapa en vez del vasito, así evapora mejor.
Cuando acaba el tiempo, podemos volver a triturar unos segundos, pero normalmente ya queda una pasta uniforme. Guardamos esta pasta en botes y, una vez a temperatura ambiente, directa a la nevera.
Para preparar esta receta sin Thermomix, primero picamos toda la verdura muy finita, con ayuda de un robot de cocina. Ponemos todos los ingredientes en una olla, y lo cocemos unos 30-45 minutos a fuego medio hasta que esté muy blandito y la verdura haya soltado todo su líquido.
Removemos cada poco tiempo. Retiramos la tapa y dejamos que se vaya secando la pasta a fuego medio-bajo, otros 30 minutos aproximadamente, hasta que la pasta tenga una buena textura.