Maestro, aviador, futbolista y experto en la Unión Soviética, este inglés habría cumplido hoy 82 años, pero falleció hace seis. Su obra incluye ensayos y novelas para adultos, pero sus trabajos más inmortales serán los dedicados al público infantil y juvenil, tanto libros de ficción propia como adaptaciones. En 2011 apareció en España «Jasón y los argonautas», preciosamente ilustrado por Robert Cockcroft. Ambos construyen una edición maravillosa, de esas que merece la pena guardar como un tesoro.
El tema de Jasón es uno de los más antiguos de la Humanidad, con sospechosos parecidos a los mitos de Aquiles, Odiseo y Hércules: Jasón es el hijo legítimo heredero del rey de Yolco, desterrado por su tío para evitar que le prive del trono. Educado por el centauro Quirón, como la mayoría de héroes de la Grecia antigua, Jasón inicia una epopeya que demostrará su valía y le permitirá reclamar su trono: capitanear una travesía marítima con los más grandiosos jóvenes de su época, llegar hasta la lejana Cólquide y apropiarse del vellocino de oro, una piel dorada que una vez perteneció a un carnero mágico y que ahora es el símbolo de aquella fantástica región.
Esta es la gran fábula de la epopeya griega: el viaje al confín del mundo, la proeza de enfrentarse a los mismos dioses, el héroe que depone a los tiranos y desafía incluso a la muerte. A su lado se encuentran los mayores campeones de cada reino conocido, a bordo de la nave «Argo», que da nombre al grupo. Todos juntos protagonizan una de las historias más influyentes de la cultura universal, junto a «La Ilíada» y «La Odisea».
Sin embargo, el viaje tiene un final trágico, casi mayor que si hubieran fracasado. La parte más horrible es el destino de Medea, hija de Eetes, rey de la Cólquide. Medea cae perdidamente enamorada de Jasón, a causa de una intervención de las diosas, y a causa de ese amor traiciona a los suyos, conspira, envenena y asesina con impunidad, para finalmente acabar sus días de un modo desgraciado.
La figura de la mujer suele ser protagonista de hechos horrorosos en la mitología griega. Jasón y Medea, Teseo y Ariadna, Odiseo y Penélope. Historias sin finales felices, como era la costumbre en Grecia, y que autores como James Riordan consiguen traer de vuelta a nuestros días, apasionantes e inspiradoras como siempre han sido.