A pesar de ello, el sindicato UGT asegura que los ánimos del personal “siguen intactos” y que estos trabajadores que no están respaldando la huelga “se están dedicando a pasearse de uniforme por la calle, para dar una sensación de normalidad en el servicio”.
Mientras tanto, las dependencias de la empresa Dornier siguen cerradas y en la oficina principal, situada en la calle Pracer la firma tiene a un vigilante de seguridad.
La representación sindical ha desvelado que no hay “ningún tipo de contacto” con la concesionaria “desde que se levantaron de la mesa de negociación, dónde admitían la inquina hacia los representantes sindicales”.
Tampoco hay novedades acerca del expediente que está tramitando el Concello de Vigo para buscar una solución al conflicto.
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