Los hechos ocurrieron sobre las 10:30 horas en un piso de la calle García Barbón. Agentes de la Policía Local, que patrullaban en funciones de prevención por dicha calle,
observaron a un varón que reconocieron de una intervención anterior que dio como resultado una orden de alejamiento sobre su expareja, la cual reside en dicha calle.
Los agentes le hicieron un seguimiento y tras observar que el individuo se había introducido en el portal del edificio donde vive la víctima, entraron a continuación.
Poco después, el hombre fue localizado y detenido en el interior de la vivienda de la perjudicada, ya que sobre él pesaba una orden de alejamiento en vigor que le prohíbe aproximarse a la víctima en un radio de 200 metros, tanto de su trabajo como de su domicilio, así como comunicarse con ella por un periodo de 10 meses.