La Benemérita intenta determinar el número de mujeres que pudieron haber sido coaccionadas por este hombre desde el año 2014 hasta la actualidad. Las víctimas respondían a un anuncio de trabajo en el que se solicitaba una mujer para tareas domésticas y del hogar, así como de cuidados a una persona con diversidad funcional física, que le obliga a valerse de una silla de ruedas.
La oferta laboral se hizo a través de páginas de internet después de que la ONG que le quiso auxiliar en primera instancia considerase que no reunía el perfil adecuado para exponer a ninguna de las candidatas de su bolsa de empleo tras las quejas y reticencias de las que acudieron a su domicilio.
La investigación considera que, entre las candidatas que respondían a la oferta de empleo, el hombre seleccionaba a las más vulnerables. La mayor parte son de nacionalidad extranjera, con estancia irregular en el país y con muy pocos recursos económicos. El hombre las obligaba a pasar una “prueba de capacitación” para conocer su supuesta valía para el puesto de empleada del hogar.
La presunta prueba consistía en pasar una noche con él, momento en el que ya eran víctimas de abusos. En otros casos esperaba a que aceptaran a quedarse con el puesto de trabajo. En el relato de las víctimas se recogen testimonios como que había tocamientos de carácter sexual de forma autoritaria y agresiva. Hay además testimonios que sitúan en el domicilio de este hombre a casi medio centenar de “candidatas” en los últimos años que acudieron a trabajar o a la supuesta entrevista laboral.
A estos delitos se le suma otro contra el derecho de los trabajadores por las irregularidades detectadas en las contrataciones laborales que hacía y, por último, otro contra la integridad moral en la persona de una mujer de su entorno familiar. La investigación dispone de testimonios sobre presuntos malos tratos que el hombre infligía a esta mujer, coaccionándola para que no tuviera relación con el resto de la familia ni acudiese a ningún centro médico, pese a que precisara atención.
La investigación continúa abierta para localizar a otras posibles víctimas. Ya se ha conseguido identificar a una decena de mujeres que contestaron a esta supuesta entrevista de trabajo, pero algunas ya no se hallan en el país o no son fácilmente localizables. Las diligencias han sido trasladadas ya al Juzgado de Instrucción de guardia de Vigo.
Colaboración ciudadana
La Guardia Civil insiste en que denunciar es la prioridad a la hora de enfrentarse a cualquier posible caso de maltrato, como el de violencia machista. Toda persona que sospeche o conozca la posible existencia de una situación de violencia tiene la obligación legal y moral de denunciarlo.
Cualquier ciudadano que pueda advertir de una situación de riesgo puede, de forma totalmente anónima si lo considera, telefonear al número 062.