Porque en el principio, concibió Abel un Vigo hermoso y pujante. En tiempos A.C. (antes de Caballero) la ciudad estaba desordenada y deshumanizada, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el espíritu de Caballero se movía inquieto sobre la superficie de las aguas de la ría. Y dijo Abel, “hágase la Luz”; y la Luz se hizo. Y vio el alcalde que la luz era buena; y separó la luz de las tinieblas.
Y ahora Vigo está en el mapa, y no en uno cualquiera sino en esos que tienen relieve, ya sea por proyectos reales o por la solvencia mediática y la capacidad de reírse de sí mismo del regidor ubicuo e incombustible, al que la oposición del PP local quiere hacer frente ahora con un Periódico Propio -¿le llamarán PP news?- que toooooodoooos estamos deseandooooooo leer, ¿no?
Caballero, por su sencillez natural, aún no se ha dado cuenta, pero se lo digo yo: ha inventado y hecho realidad la “NAVIGODAD”, una Navidad con un espíritu especial y un brillo descomunal, que atraerá cual polillas a miles de visitantes -quién sabe si hasta al Major de Nueva York- y de la que los vecinos no podremos escapar, porque todos, sin excepción, veremos la luz. Feliz NaVigoDad©.