Los hechos se desencadenaron en Vigo cuando la víctima salió a la calle pidiendo ayuda, ya que tenía un problema con la puerta de su vivienda. En ese momento pasaba por allí el detenido, al que la mujer le pidió que le dejase el teléfono móvil.
La víctima se subió al coche del hombre, que arrancó el vehículo. Cuando este abandonó Vigo, la mujer se empezó a inquietar y a pedir al conductor que detuviese el coche, haciendo este caso omiso. Finalmente, la mujer pudo hacerse con el teléfono y llamó a la Policía Nacional. Esta dio el aviso a la Guardia Civil, que interceptó el vehículo en la Nacional 120 en el término municipal de Ponteareas.
Los agentes comprobaron que la mujer no había sufrido ni abusos ni agresión física, pero a pesar de ello se encontraba muy nerviosa. El hombre fue detenido por un delito de detención ilegal y alcoholemia positiva.