Armados con tambores, megáfono y silbatos comenzaron a hacerlos sonar para que, ya que no podían acceder al interior del edificio, se les oyera dentro. Así, el cuerpo municipal impidó el paso por la entrada principal y desvió a los ciudadanos por las oficinas de la Jefatura tanto para acceder al ayuntamiento como para salir de él.
Los empleados de Dornier pidieron a gritos la dimisión del concejal de Seguridad, Carlos López Font. Tras concluir sus reivindicaciones en la plaza se movieron hasta el aparcamiento de la Policía Local para desde allí emitir a través de un megáfono un audio grabado con declaraciones del edil.
Se trataba de unas declaraciones realizadas al principio del conflicto, cuando el portavoz socialista defendía que la concesionaria debía readmitir a los trabajadores despedidos en julio. En su momento, incluso amenazó a la empresa con rescindir el contrato de la XER.
Sin embargo, este jueves López Font cambió su discurso y sostuvo que las diferencias que mantienen la compañía y sus empleados se ciñen al ámbito laboral y que el Concello no puede intervenir en ellas. Esta premisa fue ratificada este viernes por el alcalde de Vigo, Abel Caballero, que contradijo a los representantes sindicales y aseguró que el expediente abierto a la empresa no se ha cerrado aún.
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— Vigoé (@Vigo__e) 14 de diciembre de 2018