Este lunes, con la noche caída y el alumbrado ya encendido, llevaron sus protestas al centro de la ciudad. Hasta ahora sus silbatos y bocinas se habían podido escuchar a mediodía frente al Concello, pidiendo, entre otras cosas, la dimisión del concejal Carlos López Font. Pero en las últimas horas se hicieron sentir en el centro neurálgico de la iluminación.
El personal de Dornier, que ya suma 107 días de huelga indefinida, se acercó a la calle Príncipe para luego entrar en el árbol y conseguir así que sus reivindicaciones lleguen de forma directa a los oídos de los ciudadanos. Hay que recordar que la semana pasada el comité de empresa anunció el inicio de un “periodo de confrontación” con el Ayuntamiento, a quien responsabilizan de no solucionar el conflicto.
El alcalde, Abel Caballero, que en septiembre se comprometió a “arreglar” el problema, sostiene ahora que los trabajadores deben resolver la situación con la concesionaria de la XER. No obstante, este lunes mostró su disposición a recibirles, tal y como exigen, algo que no había sucedido hasta ahora.