El perro fue localizado por la patrulla del Seprona de O Porriño abandonado en el monte del Faro de Budiño, a raíz de una alerta ciudadana recibida en el Puesto de la Guardia Civil de esta localidad. El animal carecía de microchip y tenía una cuerda atada al cuello, enredada en unas zarzas del monte, que le impedía su libertad de movimientos.
Según las averiguaciones realizadas por el Seprona, el perro fue abandonado en el monte por una pareja de jóvenes, vecinos del mismo municipio de O Porriño, que resultaron ser los propietarios.
Un centro de recogida de animales abandonados se hizo cargo del perro, donde falleció pocos días después, supuestamente por causas naturales.
Las circunstancias del abandono del animal y en las condiciones en las que se encontró, dieron lugar a que una vez localizados sus responsables, se les notificase penalmente su condición de investigados. Las diligencias instruidas se entregaron en el Juzgado de Instrucción número 2 de O Porriño.