Mayne aceptó los dos retos y Caballero desveló este martes algunos detalles de las conversaciones que mantuvo con el prestigioso arquitecto, ganador de un premio Pritzker. En el caso del primer proyecto adoptaron como solución arrimar el viejo frontal de la estación contra las escaleras que bajan por el muro de Urzaiz.
En el segundo caso, se encontraron con el problema de que la pasarela que irá sobre la autopista para unir el elevador con la nueva estación quedaría sin salida cuando el Centro Vialia cierre por las noches. Por ello, estudiarán la posibilidad de habilitar dos caminos o uno que se bifurque y que tenga una salida hacia la terminal y otra hacia la calle.
Sea cual sea la solución final, Caballero aseguró que ésta debe conocerse en el plazo de un mes porque es necesario cambiar el diseño de las estructuras donde van las pasarelas para tomar la decisión definitiva.