Una vez que se tuvo conocimiento de lo ocurrido, los bomberos de Vigo y la Policía Local acudieron al punto. También se desplazaron técnicos municipales para analizar el inmueble y determinar las causas de lo sucedido.
Tras una primera exploración, todo apunta a que las vigas que aguantan la cubierta estaban en mal estado debido a su antigüedad y no soportaron el peso. Algunas fuentes señalan que desde la lonja ya se había dado parte a Portos de Galicia del mal estado de los soportes pero todavía no se había procedido a actuar sobre esta zona concreta, ya que hay otra que sí está reformada.
Los bomberos se encargaron de retirar los cascotes en riesgo de caída, señalizar el punto y acotarlo. Por el momento, la lonja permanecerá cerrada hasta que los técnicos garanticen la seguridad al cien por cien, ya que este desplome podría arrastrar el resto de la cubierta.