Después de recibir el visto bueno del Consello de la Xunta a finales de 2018, con la publicación en el Diario Oficial de Galicia del decreto de aprobación del plan se cumple el último trámite para su entrada en vigor y, según el Gobierno autonómico, “se da así un paso imprescindible en la candidatura del parque nacional a ser declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco”.
Se trata del primer PRUX con el que cuentan las Illas Atlánticas, que dotará al archipiélago de una hoja de ruta en la que se detallan los objetivos y los criterios de gestión, estableciendo la normativa de protección, la regulación de aprovechamientos, la zonificación y las actuaciones propuestas para los próximos 10 años en materia de conservación, uso público, investigación y seguimiento, entre otros aspectos.
Una de las principales novedades que se recogen en el documento es que incorpora un plan de emergencia y de autoprotección ambiental, con el objetivo de dotarlo de herramientas de planificación propias que mejoren no solo la capacidad de respuesta ante posibles incidentes o contingencias imprevistas, sino también para preservar los valores que hacen de estas islas un lugar incomparable.
En el caso del plan de emergencia, pretende optimizar la utilidad de los recursos técnicos y humanos disponibles, con el objetivo de controlar de forma rápida la evolución de la emergencia y minimizar las posibles consecuencias. Deberá estar adaptado a la normativa vigente y coordinado con el resto de los planes establecidos en el mismo ámbito territorial.
En cuanto al plan de autoprotección, contemplará la prevención de los riesgos más probables derivados de las actividades que se desarrollan normalmente en el entorno del parque, recogerá las previsiones presupuestarias necesarias para su aplicación, los medios disponibles, y la necesaria formación de las personas. Deberá incluir también mecanismos de coordinación con los planes de protección civil y se actualizará periódicamente.
Límite de acceso en la totalidad del parque
Otra de las novedades que aporta el nuevo PRUX es que la totalidad de islas que conforman el parque (Cíes, Ons, Sálvora y Cortegada) tendrán por primera vez un límite de acceso, tanto en la temporada alta cómo en la baja, con el objetivo principal de compatibilizar el uso público y las actividades recreativas y deportivas que se desarrollen en estos espacios con los objetivos prioritarios de conservación del Parque Nacional.
Así, la isla de Ons contará, por primera vez este año, con un límite máximo de visitantes que en la temporada alta –es decir, Semana Santa y el período comprendido entre el 15 de mayo y el 15 de septiembre de 2019- quedará fijado en 1.300 personas al día para el acceso a través del transporte colectivo regular, 200 plazas reservadas para grupos y un máximo de 300 en la zona de acampada. En cuanto a la regulación del acceso a Cíes, que ya estaba limitado en años anteriores, se sitúa en los 1.800 visitantes diarios, un máximo de 200 plazas reservadas para grupos y un límite de 600 campistas; en el caso de Sálvora y Cortegada, ambas íslas mantienen su cupo actual de grupos autorizados, con un tope de 250 personas al día.
En temporada baja, tanto en Cíes como en Ons se establece un cupo de 450 personas para poder visitar y acceder a cualquiera de las dos en grupos organizados; mientras que en Sálvora y Cortegada el límite queda fijado en 250 personas, también para cada isla.
Educación y facilitar el acceso
Acercar e informar de la riqueza natural, paisajística, patrimonial que existe en este enclave es la mejor forma de tomar conciencia de los valores que hacen únicos a los distintos ecosistemas que existen en el parque nacional de Galicia.
Para fomentar la educación ambiental, se favorecerán los intercambios de material y experiencias de carácter educativo con otros centros e instituciones dedicadas a la educación ambiental, principalmente con aquellos situados dentro de la Comunidad Autónoma de Galicia; y se fomentarán las actividades para la atención y la integración de personas con discapacidad intelectual, autismo, parálisis o daño cerebral.
Regulación de los aprovechamientos pesqueros
Uno de los objetivos de este documento es el fomento del mantenimiento de las actividades profesionales tradicionales, sobre todo, las de aprovechamiento de los recursos marinos naturales. El PRUX vela por la aplicación de medidas compatibles con la conservación de los hábitats de interés comunitarios o las áreas de especial interés para el mantenimiento de aquellas actividades que se encuentren reguladas por el organismo autonómico competente en materia de ordenación pesquera en aguas interiores, marisqueo y acuicultura.
Así, se proponen una regulación de los aprovechamientos pesqueros y marisqueros, en consenso con el sector, para mantener las actividades que se venían desarrollando hasta el momento, promover el diseño y aplicación de un código de buenas prácticas e impulsar una marca de calidad.
Otras de las novedades del PRUX es la implantación de una nueva zonificación en el parque nacional, habida cuenta su dimensión vertical y la profundidad de las aguas. Con este sistema, que por primera vez se aplica en un parque nacional, además de las cinco zonas ya reconocidas (zona de reserva, de uso restringido, de uso moderado, de uso especial y de edificaciones existentes), se crea una nueva zonificación del medio marino, al tener en cuenta a dimensión vertical para adecuar su delimitación a las distintas profundidades y ecosistemas.
Ocho líneas de trabajo
Las Illas Atlánticas, único parque nacional existente en la comunidad, destacan por su enorme valor ambiental, paisajístico y desde el punto de vista de la biodiversidad, ya que cuenta con 34 hábitats de interés comunitario de los 90 que hay en Galicia. Para seguir manteniendo estos valores se establecerán planes para la eliminación de especies alóctonas y protección de flora de interés.
Por último, el nuevo Plan Rector de Uso e Xestión estará acompañado por el desarrollo de un plan de actuaciones con ocho líneas de trabajo, centradas en la conservación de la biodiversidad y el paisaje, la investigación, el uso público, la conservación del patrimonio cultural, la mejora de la sostenibilidad y la calidad de vida, y la definición de un plan de emergencias, otro de autoprotección y uno de desarrollo sostenible. Un plan de acción que cada año de los 10 que tendrá de vigencia el PRUX, implicará invertir 2,6 millones de euros.