La entrevista de trabajo es un momento crucial en la vida de las personas, debido a que ésta será la responsable de definir nuestro futuro laboral. Por tal razón, resulta fundamental estar bien preparados para la entrevista de trabajo, pues el objetivo es obtener ese anhelado cargo.
Si después de realizar muchas postulaciones y enviar síntesis curriculares a varias empresas, comienzas a recibir llamadas para ser entrevistado en el proceso de selección, entonces será necesario que te prepares para el siguiente paso: las entrevistas de trabajo. Éste es un proceso obligatorio por el cual debes pasar, y si quieres aprobarlo y ganarte ese cargo por el que optaste, necesitas saber algunas cosas al respecto.
Es por ello que hoy te hablaremos sobre todo lo que debes hacer para tener una entrevista de trabajo exitosa, y que no sólo impresione por tu buen currículum vitae, sino que a su vez, puedas demostrar todas tus capacidades, destrezas y conocimientos. Para ello, lee más en Modelocurriculum, donde se muestran las pautas de todo lo que debes hacer durante la entrevista, desde el mismo momento en que te presentas y te sientas, la fase de preguntas y la hora de la despedida.
Con esta información, lo que se busca es proporcionarte las herramientas para que causes la mejor de las impresiones en todo momento. Debido a que, por muy llena que esté tu hoja de vida laboral, con tus cursos y formaciones, así como las experiencias laborales anteriores, lo cierto es que tu desenvolvimiento en la entrevista podrá ser determinante de forma absoluta para los resultados.
¿Qué debes saber sobre las entrevistas de trabajo?
Para empezar, debes saber que los análisis para el proceso de selección en una entrevista de trabajo no está basado ni limitado únicamente en el interrogatorio, sino que desde el mismo momento en que haces acto de presencia te estarán evaluando. De este modo, además de estar vestido apropiada y profesionalmente, de igual forma debe ser tu actitud hacia la entrevista.
En tal sentido, lo primero que tienen en cuenta son tus modales en el momento de saludar y tomar asiento. Así, procura mantener la mirada del reclutador, estrechar su mano con seguridad y firmeza, y esperar a que se te invite a tomar asiento. Una vez te lo indique, intenta tener una postura erguida, sin cruzar los brazos o colocar los codos sobre la mesa, de modo que no denotes una actitud a la defensiva. Trata de controlar los nervios y evita la realización de gestos que te dejen en evidencia.
Cuando llegue el momento de las preguntas, analiza a fondo cada una y no descuides la respuesta, la cual puedes tener preparada con antelación, pues por lo general, éstas pueden estar relacionadas con varios aspectos, tales como tu formación, las experiencias previas en el ámbito laboral, cuáles son tus intereses con respecto a esa empresa e incluso pueden tocar algunos temas de tu personalidad.
Para ello, puedes apoyarte en guías que hay en internet, diseñadas con las preguntas más frecuentes que se pueden realizar durante una entrevista. Además de ello, se muestran como sugerencias, algunas formas para responder qué tipo de respuestas causarían muy buena impresión. Sin embargo, debes saber que lo que más valoran en un candidato, es su elocuencia para responder, así como lo sincero, claro y conciso que te expreses.
En algún momento de la entrevista, tendrás permitido ser tú el que haga las preguntas, lo que significa una gran oportunidad para aclarar todas las dudas que tengas con respecto al cargo al que te postulas y la empresa, los salarios, beneficios, y todo aquello que sea de tu interés.
Culminación de la entrevista
La finalización de la entrevista también forma parte del proceso, de modo que si el reclutador te informa que la entrevista llegó a su fin o se levanta del asiento para denotar que así ha sido, lo que debes hacer para generar el impacto decisivo, es actuar con serenidad, preguntar si ellos te llamarán o debes contactarlos tú. Asimismo, muestra siempre tu interés por obtener el cargo, pero sin parecer desesperado.
Finalmente, estrecha la mano con firmeza, y despídete con tu mejor sonrisa, dando las gracias siempre por la oportunidad.