Según ha informado el cuerpo nacional, el ‘modus operandi’ siempre era el mismo. Establecían contactos con sus víctimas a través de conocidas aplicaciones de contactos donde uno de ellos mantenía un perfil activo y una vez se ganaban su confianza concertaban una cita.
Cuando acordaban el encuentro quedaban en algún bar y allí en una de las consumiciones le suministraban la sustancia tóxica, en este caso concreto benzodiacepina. Una vez que la víctima se encontraba sumisa debido a las sustancias químicas, entraba en juego el otro arrestado, que se encontraba en las proximidades del local y que cuando el primero le llamaba se dirigía al lugar para ayudarle a subir a la víctima al domicilio. Una vez allí perpetraban los robos.
Ya en el interior de los domicilios y con la víctima totalmente sometida, los sospechosos se dedicaban a sustraer todos los efectos de valor y joyas que había en las viviendas. En alguno de los casos se han recuperado tarjetas bancarias sustraídas con las que habían hecho retiradas en efectivo en cajeros y diferentes cargos en cuenta.
Los agentes han llevado a cabo un registro en el domicilio de los detenidos, que vivían juntos, donde se han recuperado múltiples joyas sustraídas y diferentes objetos electrónicos.
También se les imputa un delito de lesiones dado que una de las víctimas presentaba costillas rotas y otra apareció al día siguiente semiinconsciente a las puertas del ascensor de su edificio. Además, una de ellas cuidaba de una persona mayor que al no ser atendida debidamente se cayó de la cama y se rompió el fémur.
Los detenidos han sido puestos a disposición judicial. A uno de ellos, de nacionalidad colombiana, se le ha incoado el correspondiente expediente de expulsión por encontrase en situación irregular en España.