Los hechos tuvieron lugar este lunes, en torno a las 13.00 horas, cuando un particular llamó al 092 para pedir la presencia de la policía en un inmueble de la zona de Balaídos. Según se avisaba, un individuo estaba aporreando la puerta de unos vecinos a la vez que profería contra ellos amenazas graves y portaba dos armas blancas.
Así, una patrulla se trasladó al lugar y tomó declaración a los alertantes, un hombre y una mujer que relataron que un residente del edificio que vive en la misma planta empezó a golpear con fuerza la puerta de su piso. No obstante, al ver por la mirilla observaron que tenía dos cuchillos de mango negro y no le abrieron.
La mujer aseguró que tenía miedo de ser agredida porque la situación de enfrentamiento con este vecino se venía prolongando en el tiempo. De hecho, el hombre indicó que ya habían presentado una denuncia contra él porque suele protagonizar este tipo de episodios, pero apuntó que luego se niega a abrir la puerta a la policía.
La unidad se trasladó a la vivienda del supuesto agresor y tras varias e insistentes llamadas el sujeto abrió la puerta. Según informa el cuerpo municipal, en un primer momento negó lo sucedido pero tiempo después admitió que “se había puesto nervioso al perder una votación de la comunidad vecinal considerando que esto obedecía a que todos los vecinos estaban en su contra y que quería recuperar su dinero, sin especificar más”.
Los agentes observaron los cuchillos anteriormente mencionados colocados sobre un armario y, considerando que podía tener algún tipo de problema psicológico, solicitaron la presencia del 061 para que el hombre fuera valorado por un facultativo.
No obstante, a la llegada de la ambulancia el individuo se negó insistentemente a ser atendido, por lo que los técnicos sanitarios aconsejaron que fuese el médico de cabecera quien lo explorara. Finalmente, ante todo lo ocurrido, los agentes procedieron a la detención del sujeto.