Además de la amplitud de las aceras, esta calle, junto con la Rúa Venezuela, luce un nuevo asfaltado y se ha colocado adoquinado en la entrada de los garajes, y también numerosos detalles, así como un generoso embellecimiento que puede observarse en la fotografía.
Pero lo más importante ha sido la renovación de los servicios bajo la superficie: conducciones y alcantarillado, algo muy costoso y a la vez indispensable, aunque sea invisible a simple vista. Lo cierto es que ha quedado una calle de lujo. Un acierto que agradecerán no sólo los propios vecinos sino también toda la ciudadanía viguesa.