Muchas enfermeras ya han trasladado su “total desacuerdo” ante el sindicato pues, entre otras cuestiones, la incorporación de este nuevo servicio no les ofrece ningún tipo de seguridad jurídica, pues nada tiene que ver con el método de triaje que se realiza en los centros hospitalarios, donde cuentan con un programa protocolizado y contrastado.
Otra cuestión importante es que, según denuncian, esta medida “carece de apoyo normativo”, pues se está implantando en los centros de atención primaria mediante reuniones informativas “pero sin estar avalada por una resolución al efecto por parte del Sergas, la Consellería de Sanidade o la gerencia, así como un protocolo que seguir, tal y como tiene establecido el triaje en los centros hospitalarios, donde un programa establece el código de prioridad por colores”. En el TRIAP es la opinión del profesional la que le lleva a decidir el código de color que debe dispensar en cada caso, dejándolo en inseguridad jurídica ante cualquier posible problema.
Otro de los motivos para su rechazo es la sobrecarga sobre los profesionales de enfermería, que tendrá que llevar a cabo este trabajo a mayores de lo que ya viene realizando actualmente. Además, esto significa que una vez más es el personal el que se expone ante los pacientes para determinar si su problema es urgente o no, o que incluso deben pedir cita para otro día, con las consecuencias que pueda suponer como posibles agresiones.
Así, desde el Sindicato de Enfermería consideran que implantar este tipo de procedimiento en la forma en la que lo está llevando a cabo supone “una total irresponsabilidad”. Satse estima, pues, que la gerencia de Vigo “debe esperar” a implantar este sistema hasta que sea la Consellería de Sanidade y el Sergas quienes lo tengan totalmente desarrollado, con previo consenso de todos los agentes que participan en el Consello Técnico para la reforma de Atención Primaria.