Los agentes salieron tras él y lo interceptaron a los pocos metros, tras lo cual lo identificaron, y le realizaron un cacheo. Fruto de ello descubrieron ocultas entre sus ropas la llave de un vehículo y al realizar las oportunas comprobaciones vieron que no se correspondía con ningún automóvil que estuviese o hubiera estado a su nombre.
Al recorrer las calles cercanas localizaron un coche que se abría con la señal emitida por el mando a distancia de la llave, por lo que contactaron con el 091 para obtener datos del dueño.
Esto les remitió a un colegio cercano, por lo que tras contactar con el responsable le pidieron que se acercase al lugar. Casi al mismo tiempo solicitaban el apoyo de otra patrulla para que colaborase en el dispositivo.
Al entrar en el centro educativo, los agentes descubrieron que había una ventana forzada, por lo que supusieron que podría haber alguien escondido en alguna de las dependencias. Tras comprobar las diferentes estancias localizaron a un hombre escondido en un área de juegos y procedieron a su identificación y posterior detención.
Varios antecedentes anteriores
Una vez en la comisaría se tomó declaración a los detenidos y se efectuó una comprobación de las bases de datos policiales. En ella se averiguó que ambos eran padre e hijo y se confirmó que ambos contaban con 16 y 11 antecedentes, muchos de ellos por hechos similares.
La intervención y detención fue llevada a cabo por agentes del Grupo de Atención al Ciudadano de la Brigada de Seguridad Ciudadana, perteneciente a la Comisaría de Vigo-Redondela. Los detenidos fueron puestos a disposición judicial.