Ello no evitará, sin embargo, que se implanten algunas restricciones más pequeñas, como la que se encontraron este domingo los vehículos que pasaban por la Gran Vía hacia Lepanto, donde había dos carriles cerrados entre Brasil y Urzaiz.
Ni en fin de semana han podido descansar los operarios, que están retirando diferentes elementos del bulevar. Hay que recordar que los trabajos comenzaron el pasado 18 de junio y que, de momento, se están centrando en tareas ‘menores’ para preparar el terreno de cara a las actuaciones de mayor calado.
Dentro de ellas cabe mencionar el trasplante de los árboles a Castrelos. El alcalde de Vigo, Abel Caballero, ha prometido devolverlos a su lugar original al acabar las obras. Incluso ha asegurado que no volverán solos, sino que se aumentará el número de ejemplares. Pero antes ha tocado el turno, por ejemplo, a los bancos de piedra, que este domingo ya se amontonaban en el paseo para ser retirados.
Los trabajadores incluso han tenido que quitar de su sitio otros elementos pesados cercanos al Monumento al Trabajo, tramo que no se tocará pero en el que es preciso hacer actuar para poder trabajar en la zona más baja y cercana a María Berdiales.
Así, las obras seguirán avanzando esta semana sin que entre en funcionamiento aún el plan de tráfico más severo, que impedirá utilizar cuatro de los seis carriles de circulación e implantará el doble sentido en el tramo ascendente de la Gran Vía. Eso será la próxima semana, previsiblemente el lunes de 1 de julio. Según el cronograma que maneja el Concello de Vigo, estos cortes se mantendrán en vigor hasta noviembre.