Los apenas 3-4 nudos que se registraron durante la última jornada impidieron a la flota navegar a vela y las tripulaciones tuvieron que encender motor para llegar al Monte Real Club de Yates, coorganizador de la prueba y punto final de la primera etapa de 455 millas náuticas entre Pornic y Baiona.
En las instalaciones del club baionés, las más de 30 tripulaciones participantes aprovechan este lunes para descansar y recuperan fuerzas antes de intentar iniciar, mañana martes, la segunda etapa de la competición, que las llevará, si el viento lo permite, hasta la localidad francesa de La Rochelle, donde se celebrará el final de regata el próximo día 13.
La Pornic – Baiona – La Rochelle nació de la anterior Pornic-Baiona-Pornic, puesta en marcha con carácter trianual en 1997 tras el hermanamiento de ambas localidades, que comparten numerosas similitudes en lo referente a sus actividades pesqueras, turísticas y náutico deportivas. Tras cumplir 11 años en 2016, la regata cambió de formato y en este 2019 se convirtió en la Pornic – Baiona – La Rochelle.
La prueba está organizada por el ayuntamiento de Pornic con la colaboración de los ayuntamientos de Baiona y La Rochelle, y la participación del Monte Real Club de Yates, el Club Náutico do Pornic y la Asociación de Regatistas de La Rochelle. También colaboran los puertos deportivos de Pornic y La Rochelle.