Ellos, los obreros, sin duda, saben hacer bien su trabajo -los buenos resultados están a la vista-, pero la ordenación del tráfico corresponde a la Policía Municipal y la seguridad de la obra a los adecuados responsables. Así las cosas, y tal como puede verse en la fotografía, la circulación resulta caótica y los peatones se juegan continuamente el tipo sin apenas sitio para poder sortear la maquinaria, las vallas y los coches y autobuses. Todo el mundo comprende las incomodidades que conlleva una obra de estas características, pero lo que nadie comprende es la ausencia de responsables en materia de orden y seguridad. ¿O acaso son los obreros los que cobran el plus por estas responsabilidades?