El pasado día 3 de agosto el Concello de nuestra ciudad emitía un comunicado donde decía que las gradas de Río Alto y Bajo del estadio de Balaídos permanecerían cerradas, sin posibilidad de visita alguna hasta el día 17 de este mes, día en que comenzará la Liga Santander con el encuentro RC Celta-R. Madrid.
Entre la primera noticia y este comunicado han pasado cinco años y como es evidente todas las previsiones de tiempo que hizo el Concello en su día no se han cumplido. En este tiempo lo que se ha hecho es derribar la antigua visera de hormigón de la grada de Tribuna, con prolongación de la misma hacia el terreno de juego y su reforma interior y en la grada de Río la sustitución de la cubierta y adecentamiento de la misma. Del cambio de las butacas en esta grada por unas nuevas es mejor no comentar nada porque el ridículo ha sido manifiesto.
Y ahora nos preguntamos: ¿qué fue de aquel nuevo estadio que iba a dejar al del Bayern de Munich como un campo de tercera al lado del nuevo Balaídos? Pues sencillamente pasó que nuestro alcalde no quiso dejar de ponerse la medalla (y hacerse la foto) de la remodelación del estadio vigués, pero lo que ha conseguido es meterse en una guerra estúpida con el Sr. Mouriño que sólo puede perjudicar al Concello, al RC Celta y a la ciudad en su conjunto.
Mientras, el tiempo pasa y el Concello vigués deberá ir pagando la mitad (*) del presupuesto total de la obra que alcanzará la cifra de no menos de 30 millones, suponiendo que no existan desvíos presupuestarios.
Lo inteligente y sensato hubiera sido llegar a un acuerdo con el RC Celta mediante la pertinente concesión del estadio para un número determinado de años y que el club se hiciera cargo de la obra del mismo. Para este RC Celta saneado económicamente de hoy en día el importe de la obra no sería un gran problema, y mientras el Concello vigués se ahorraría una buena cantidad de millones que podría dedicar a otros fines.
Pero la gloria política es lo que tiene y nuestro alcalde quiere legar a la ciudad su particular pirámide, en este caso una pirámide celeste con su verde terreno de juego en su interior.
(*) La otra mitad del presupuesto será financiada por la Deputación Provincial de Pontevedra.