Las ciudades deben ser para los propios ciudadanos y permitirles el acceso a todos sus rincones sin ningún tipo de barrera urbana. Dentro de poco, la mencionada calle estará dotada de unas rampas mecánicas que la harán accesible a las personas mayores o con algún tipo de discapacidad. Unas dificultades que no son fácilmente comprendidas por quienes disfrutan de la libertad y de la energía de los años jóvenes o por unas capacidades que otras personas, por diferentes motivos, han perdido o nunca han podido disfrutar. Es indudable que esas rampas mecánicas eliminarán las barreras existentes en la actualidad, beneficiando a los ciudadanos y, por añadidura, también al comercio local. La fotografía muestra los restos de unas flores que hace muy poco embellecían el bulevar. Pronto serán otras flores y otros árboles los que ocuparán su lugar, y entonces la ciudadanía viguesa olvidará el pasado en aras del progreso y de la comodidad.