Así lo ha anunciado Abel Caballero, que ha confirmado nuevamente que el espacio entre filas en Río Bajo se aumentará entre 15 y 18 centímetros para mejorar la comodidad de los espectadores. Esa actuación se dejará para el verano que viene con el fin de no entorpecer el desarrollo de la actual campaña.
De hecho, el alcalde ha detallado que esos trabajos obligarán a hacer “una pequeña obra”. “En los sitios donde se adelanta mucho el asiento hay que hacer un nuevo soporte”, ha explicado. Arreglar la deficiente instalación de las localidades iba a generar un sobrecoste estimado de unos 200.000 euros. No obstante, esas adaptaciones a las que ha hecho referencia el alcalde van a “encarecer un poco más” el presupuesto.
La licitación de esta actuación se incluirá en la que se hará con el proyecto de reforma de la grada de Marcador, cuya demolición se ha pospuesto a finales de mayo, una vez que termine la presente temporada. Así, el Celta tendrá que recolocar no sólo a algunos abonados de Río Bajo de cara a la temporada 2020-21 sino también a todos los de Marcador.