El revoltijo es enorme y casi no se pueden distinguir unas cosas de otras, pero una observación detenida ayudará a delimitar perfectamente una urna transparente con su tapa azul a la izquierda, otra sin tapa allá en lo alto, la estructura de una cabina en primer término y otras similares al fondo… Lo curioso es que todas esas piezas que han resultado indispensables para un proceso complejo y comprometido para dilucidar el futuro político de España, ahora parecen irse a la basura. Esperemos que esta imagen, carente de calidad porque ha sido captada al vuelo a través del parabrisas del coche, no sea premonitoria y que no ocurra lo mismo con nuestro futuro político: bastante borroso, mezclado sin cuidado y sentido, y camino de la incertidumbre.