La mayoría del alumbrado público de las calles y plazas -incluido el alumbrado navideño- hace años que se realiza con sistemas de iluminación LED, cuyo consumo es mínimo y, por lo tanto, con un inapreciable impacto. En algunas calles incluso existen paneles solares con acumuladores, perfectamente mimetizados con el entorno. Asimismo, existe una enorme implicación en la minimización o, según el caso, en el tratamiento y el aprovechamiento de los residuos urbanos, y también en la disminución del consumo de papel en el Concello de la ciudad mediante la implantación de comunicaciones digitales por internet, entre otras medidas.
Sin embargo, es preciso reconocer que no resulta fácil adecuar estas nuevas medidas, puesto que necesitan vencer la inercia de las costumbres de muchas décadas. Pero la tarea de estos cambios ya está en marcha y, aunque sea ardua, obtendrá finalmente los resultados esperados. Se echa de menos, eso sí, auténticos “puntos limpios” en diferentes localizaciones que faciliten el adecuado reciclado a la ciudadanía.