Uno de los viejos anhelos de Vigo y de los vigueses, un paseo marítimo que permita unir Bouzas con Samil, está más cerca. No será inminente, como ocurre casi siempre con los proyectos que ven la luz en la ciudad, pero ya se han puesto las bases para que pronto sea posible.
Y es que los ciudadanos de la mayor urbe de Galicia, siempre volcada al mar para hacer negocios, se topan a menudo con la dificultad de acercarse a su Ría. Lo pueden hacer en la dársena de A Laxe y As Avenidas, ahora con un muelle ruinoso. A lo largo de todo el litoral se encuentran paredes o vallas que impiden llegar hasta el agua.
A partir de la villa de Bouzas la fisonomía del terreno cambia y son muchos los vigueses que acuden al paseo situado alrededor del relleno o al sendero que lleva hasta Alcabre y Samil pasando por el Museo do Mar. Es precisamente este recorrido el que permite a peatones y ciclistas olvidarse de edificios y contaminación para disfrutar de la Ría de Vigo.
El alcalde, Abel Caballero, anunció este jueves la aprobación del proyecto básico para reparar el destrozado paseo de madera de Bouzas. Son apenas unos 500 metros que necesitan una remodelación urgente. Todo apunta a que a finales de año podrán ser licitadas las obras para invertir 1,2 millones en poner solución a la zona.
Primer diseño del futuro
Pero el regidor socialista también avanzó, de pasada, una segunda fase que permitirá prolongar dicho corredor marítimo hasta la playa de Samil. En este proyecto básico aprobado en la Junta de Gobierno Local se traza ya el primer diseño de ese futuro paseo.
El estudio encargado por el Concello analiza las posibilidades que ofrece el terreno. Así menciona directamente las dificultades que se encontrarán en el momento de redactar el proyecto constructivo que definirá todo el paseo. La existencia de una vivienda que hay que bordear a la salida de Bouzas y las edificaciones del Museo del Mar son en principio obstáculos para el diseño. También son ocasiones para generar una actuación única.
Peatones o bicicletas será la primera decisión que deben tomar los responsables de ese futuro diseño, puesto que existen zonas en las que el terreno se complica y no será sencillo encontrar una solución. En cualquier caso, conectar esos 3 ó 4 kilómetros abrirán un sinfín de posibilidades para todos los vigueses. Dispondrían así de un tramo considerable de paseo entre Bouzas y el final de la playa de Samil. Desde allí, completar el corredor hasta O Vao sería solo un paso más.