En la ciudad de Vigo no hay más flamencos que el que se observa en la fotografía, tomada en una calle del Casco Vello. Los flamencos suelen sobrevolar y anidar en otras latitudes. Pero alguien que sin duda aprecia su belleza ha decidido colocar una en el balcón, como un símbolo de añoranza, mirando hacia el horizonte.
La foto demuestra que la ciudad olívica está llena de curiosidades y que sólo basta avanzar con atención por sus calles y plazas y levantar un poco la vista para descubrirlas. De este modo, en algunas ocasiones hemos descubierto maniquíes disfrazados de piratas, curiosas banderas y objetos insólitos en los balcones. Incluso una imagen impresa en cartón a tamaño natural de Iago Aspas, el ya legendario jugador del Celta, en un balcón del cruce de Peniche, cerca de la Praza das Apertas, de Antón Pulido.