Los balcones de toda España viven desde hace ya dos semanas una auténtica explosión de creatividad. A raíz del aplauso solidario en homenaje a los sanitarios que luchan contra el Covid-19, las comunidades de vecinos han ofrecido todo tipo de repertorio.
Música, poesía, cuentos, canciones, conciertos e incluso bingos se han hecho desde las ventanas. Pero en el barrio vigués de Coia han ido más allá, para felicidad del mismísimo Abel Caballero. En la calle Padre Seixas, justo al lado del parque de A Bouza, han sacado de nuevo las luces de Navidad. «El alcalde estaría orgulloso, es el mejor edificio del mundo», bromeaban.
«Preparamos un gran encendido de luces ya que al despliegue habitual de las luces de navidad que aportan todos los vecinos del edificio hoy hay que sumarle la instalación de unos focos de colores en cada uno de los 16 pisos», asegura Manuela, vecina del número 32 de la calle.
Así, a las nueve de la noche la calle se iluminó como si fuese 25 de diciembre. El despliegue habría encandilado incluso al alcalde de la ciudad más iluminada del mundo.
Esta vecina apunta que la noche de luz estuvo también amenizada nuevamente con la sesión DJ de Jacobo, otro de los vecinos que también cedió los focos para que Vigo regresase tres meses atrás, aunque fuese debido al coronavirus y a la cuarentena.