La aparición del Covid19 está provocando profundos cambios. Profundos y rápidos. Las relaciones humanas tardarán en volver a ser del mismo modo: la forma de saludarse, la relación en la vida cotidiana y en el trabajo, incluso las relaciones sexuales. También cambiarán los mecanismos de defensa de las naciones, acostumbradas a considerar como única amenaza las invasiones humanas y las armas convencionales.
Asimismo, las economías de los países más ricos y poderosos. Nada volverá a ser igual, por lo menos hasta pasados muchos años. Porque, aunque se encuentre una vacuna o una medicina para luchar contra ese ser microscópico que tanto nos hace temblar, siempre quedará abierta la puerta del miedo a que aparezcan otros similares para los que no estemos preparados.
Pero también conviene destacar algo que ha tenido particular importancia en la lucha contra esta pandemia: los medios de información. La radio, la televisión y la prensa han tenido un enorme protagonismo y gracias a ellos la ciudadanía ha estado informada en todo momento. Paralelamente, internet ha jugado un papel predominante conjugándose con esos medios de información.
Cierto que internet también ha contribuido a la difusión de las noticias falsas, pero los medios profesionales, que son los que presentan las noticias contrastadas, han jugado un importante papel. Como consecuencia, la sociedad tendrá que aprender a discernir la fiabilidad de las diferentes fuentes de información.
Asimismo, la prensa en papel también tendrá que evolucionar hacia la prensa digital, del mismo modo que en su momento lo hicieron la televisión y la radio, sin que por ello tenga que tratarse de un servicio totalmente gratuito o carente de publicidad. El Covid19 tendrá la parte positiva de acelerar todos estos cambios, estoy convencido.