Con esta convocatoria, el Marítimo vigués cierra un año brillante, con cerca de un centenar de chavales pertenecientes a las escuelas de vela y equipos de regatas de clubes como el de Bayona, Cangas, Aguete, Sanxenxo, Vigo, San Sebastián, Club Náutico Castrelo de Miño, Club Grupo Bazán de Ferrol, Canal Isabel II de Madrid y el anfitrión de Canido.
Gracias al patrocinio de Aceites Abril, Magic Marine y Pires de Lima, y la visita por sorpresa de Santa Claus, el centenar de niños han vivido tres días lleno de emociones con el vínculo común de la mar y el deporte de la vela como nexo de unión.
El conocido regatista oceánico Javier de la Gándara aportó su conocimiento en el diseño de las velas para sus pequeños Optimist, revelando el entresijo de su técnica en la fabricación y los materiales que se utilizan en las mismas. El momento de mayor atención se produjo cuando narró sus experiencias en alta mar, con la complicada tarea de manejar un velero de 24 metros y 18 velas a bordo, o su éxito en el Galicia Pescanova 93. «Me ha sorprendido la atención que han prestado todos y lo callados que estaban mientras hablaba y lo participativos a la hora de hacer preguntas», comentaba el patrón vigués.
Por su parte, Alberto García, director del Centro Gallego de Vela y exentrenador olímpico de los equipos sueco y alemán de 470 Femenino, versó su charla sobre el Reglamento de Vela, aclarando los conceptos más usuales en una competición, las decisiones de los jueces, y los consejos más prácticos para su correcto entendimiento. «He podido observar un alto conocimiento por parte de los niños que me ha congratulado, pues han entendido muy bien las explicaciones y apenas han tenido dudas ya que conocen muy bien el Reglamento», decía a este respecto García.
«Tracking»
Pedro Pires de Lima aportó al Clínic de Canido su desarrollo en la tecnología del «tracking» o seguimiento en tiempo real de los veleros a través de un portal Web. En las instalaciones del Marítimo de Canido los padres y familiares de los niños participantes podían observar la ubicación en el campo de regatas de sus pequeños a través de un módulo SIM instalado en su Optimist, transmitiendo su posición GPS en el agua, para poder analizar su táctica de regata y evolución en la competición.
De la meteorología se encargó Manu Millán, instructor del Marítimo de Canido, apoyado por su responsable en la dirección técnica del Club olívico, Emilio Méndez.
La visita sorpresa la produjo Santa Claus que, llegado desde la gélida Laponia a las cálidas aguas de la Ría de Vigo, se encargó de repartir chocolate caliente con rosca de Navidad, departiendo con los pequeños en sus sueños e ilusiones.