Los puntos de carga que ha promovido el Concello de la ciudad de Vigo, y que por cierto están repartidos en diferentes localizaciones, son muy útiles en estos tiempos tecnológicos. Sin embargo, algún desalmado ha destrozado la instalación que muestra esta fotografía tomada en la calle Gran Vía, de Vigo, haciendo esquina con la Avenida da Hispanidade.
El Concello había colocado un banco y una columna de carga para teléfonos y ordenadores y era muy utilizada por los viandantes. Ahora está totalmente inservible. Algunas personas apuntan a la falta de vigilancia porque está claro que una parte de la ciudadanía no respeta las iniciativas públicas y privadas que prestan un servicio público.
En este sentido, es preciso recordar que es prácticamente imposible vigilar todos los rincones de una ciudad para evitar las tropelías y los actos incívicos. Además, la utilización de cámaras de seguridad roza el derecho a la intimidad, aun cuando este tipo de actos parezca justificar su presencia.