La noticia es que ahora los vigueses que paseen por la calle Príncipe lo deberán hacer no de cualquier manera, sino en dos sentidos únicos, unos por el margen derecho y otros por el izquierdo.
Si Vd. va por esta calle verá unas huellas verdes que se repiten cada pocos metros y que le muestran el sentido de marcha que deberá llevar. Para mí sorpresa esas huellas no son de zapato sino que son las huellas de un pie descalzo de considerable tamaño. Tal cual parecen como si un prímate de gran porte, quizá un macho gorila ‘lomo plateado’, hubiera metido las patas en un bote de pintura verde y luego se hubiera paseado por toda la calle. Eso sí, primero en un sentido y luego en otro.
Hay que ser un poquito gañán para no pintar las huellas de unos zapatos. No hubiera hecho falta que fueran las un varón, podrían ser huellas de zapato de mujer, o las dos mezcladas al 50% por aquello de la paridad. Bueno, y las huellas de mujer que fueran, unas de zapato de tacón y otras de zapato bajo, que eso hoy hay que mirarlo mucho. Las huellas que están pintadas en Príncipe están bien para el zoo de A Madroa. Para la calle más céntrica de Vigo, no.
Por cierto, me pregunto si este sistema de sentido único lo va a aplicar el alcalde en toda la ciudad. Se me ocurre por ejemplo toda la gente que un domingo pasea por la orilla de Samil en marea baja. Pintar huellas en la arena va a estar difícil, pero los municipales presentes podrían aleccionar a todos los niños de la playa para que dibujaran las huellas del gran primate por toda la orilla, porque lo de hacer castillos está muy visto.
Estas medidas sobre por dónde tiene Vd. que pisar o no están muy bien. Lo próximo será andar a la pata coja o a saltitos porque seguro que la OMS ha descubierto que así el contagio es menor. Lo que me temo es que ante medidas parecidas nuestra adocenada y lanar sociedad no mostraría ninguna extrañeza y las aceptaría de buen grado.
Éste es el camino que desemboca en una sociedad tipo como muestra la novela/película ‘1984’. Pero mientras tanto Vd., querido ciudadano, pise sobre la huella del mono no sea que le multen los municipales.