Ajenos a las decisiones sanitarias para frenar la curva de contagios, que precisamente persiguen salvar la campaña de Navidad, los operarios de la empresa Iluminaciones Ximénez, firma responsable de la instalación y diseño del alumbrado navideño de Vigo, han comenzado el montaje de uno de los elementos que más expectación generan: la gran bola de la calle Urzaiz.
Un año más, la conocida como ‘estrella de la muerte’ viguesa será ubicada en el cruce con Colón y Príncipe. Por allí cada año pasan decenas de miles de personas para fotografiarse en su interior o simplemente disfrutar de su gama de colores y del espectáculo visual que ofrece. En esta ocasión, con la pandemia de por medio, serán muchos menos los que se acerquen hasta ella pero eso no impedirá su instalación.
El alcalde, Abel Caballero, ya ha advertido de que el despliegue lumínico navideño sigue adelante con una serie de medidas de prevención. El Concello quiere “mantener la marca” que “tanto ha costado” crear para que la ciudad sea una referencia en el turismo de esta época del año. Así, las luces y focos de atracción como la propia bola, el árbol gigante o la caja de regalo de la Gran Vía repetirán un año más en Vigo.
Con respecto al año pasado, se dejan de lado todas las actividades en espacios cerrados y se cancela el montaje de la noria y del mercado de la Alameda. Eso por ahora, ya que la situación epidemiológica podría echar por tierra otros eventos. No obstante, las restricciones anunciadas este miércoles por la Xunta de Galicia van encaminadas a disfrutar de un mes de diciembre con mejores datos sanitarios y salvar en la medida de lo posible la campaña de Navidad.
También este miércoles Abel Caballero ha recordado que existen muchas posibilidades de que el encendido de las luces –que todavía no tiene fecha- quede limitado a medio centenar de personas de forma presencial. No obstante, se mantiene la baza de su retransmisión en directo por televisión y por vía telemática, como ya ocurrió en años anteriores.