Esta pandemia del Covid19 no es la primera que afecta a la humanidad y tampoco será la última. En 1918, lo que se llamó “gripe española” afectó a la mayor parte del mundo y hasta ahora está considerada como la peor pandemia de la historia. Tras su paso dejó más de veinte millones de muertos, que algunas fuentes incluso elevan a cuarenta millones.
Aquella pandemia se conoce como “gripe española” por su repercusión en la prensa española de la época, pues el resto del mundo estaba en guerra y existía una censura informativa por intereses estratégicos que minimizaba su existencia para seguir enviando tropas al frente.
Curiosamente, aquella pandemia de 1918 terminó al cabo de dos años del mismo modo como llegó, casi de repente, y se supone que el final estuvo relacionado con la inmunidad de las personas que habían podido superarla, con eso que suena tan extraño y que ahora se llama “inmunidad de rebaño”. En aquella ocasión la población también se vio obligada a usar mascarillas y adoptar medidas de precaución. No somos los primeros en vernos perjudicados por todo esto.
Pero al cabo de tantos años la farmacología ha experimentado importantes avances y la humanidad ya no se consuela sólo con la “inmunidad de rebaño”. Distintos laboratorios de diferentes países han decidido llevar a cabo la investigación de vacunas contra el Covid19, pero no sólo por cuestiones humanitarias, no nos engañemos, sino también por el gran negocio que va paralelo a la solución farmacológica para ese virus, para esa desgracia.
En estos días se está hablando de las diferentes opciones y de la urgencia de la vacuna. Lo curioso es que algunas personas ponen en duda la eficacia de las vacunas olvidándose de que gracias a ellas la humanidad, siquiera en parte, ha conseguido poner freno a enfermedades tan importantes como la viruela, la difteria, la poliomielitis, la popular gripe, y una larga lista. Seguramente las vacunas contra el Covid19 conseguirán detener su avance mucho antes de que sólo quede un rebaño de supervivientes como pasó con aquella gripe de 1918.