Nadie lo diría, pero a 30 de diciembre el Celta es octavo en la tabla y está a tan solo un punto de los puestos que llevan a Europa. Otra victoria, la quinta de la era Coudet, sirvió para cerrar un mal año 2020 y para disparar sus posibilidades en el 2021. El catalizador ha sido el técnico argentino, pero el mago sigue siendo Iago Aspas. El de Moaña marcó de nuevo -ya es pichichi con 9 goles- y lideró a su equipo frente al Huesca.
Fue un triunfo aparentemente sencillo, con alguna complicación inicial, pero con los célticos pasando el rodillo a un rival voluntarioso y poco más. Y es que los vigueses se muestran ya como una máquina engrasada en la que todos aportan, todos aprietan, luchan y combinan. Esta vez, la oposición duró media hora. Luego fue coser y cantar. Con los once implicados y concentrados en cada balón, apenas hubo resquicios para la duda.
A pesar de todo hubo que sufrir en el tramo final, con los pesos pesados ya en la grada. Ahí apareció Rubén Blanco, por suerte. Coudet salió con su equipo de gala, una vez recuperado Santi Mina para formar arriba con Aspas. De entrada el Huesca planteó un duelo sin complejos, apretando arriba para complicar la salida del Celta, y al equipo vigués le costó ajustar las líneas para salir con fluidez. Más de diez minutos tardó en acercarse al área de Álvaro, pero a punto estuvo de cantar bingo Nolito. El gaditano no pudo conectar por milímetros un pase magistral de Iago en el área.
Las dos siguientes también fueron de Nolito, con un cabezazo fuera a centro de Olaza y un disparo a las manos del portero. Sin prisa pero sin pausa, el juego combinativo vigués se fue imponiendo, especialmente tras superar la primera línea de presión oscense. Con el balón en los pies de Denis, Brais o Aspas, el campo se abre y la movilidad céltica ofrece decenas de posibilidades.
Y a la cuarta fue la vencida. Intensidad arriba para no dejar salir al Huesca, robo de Denis, engaño de Aspas distrayendo a los centrales y regalo para que Nolito batiese a placer al portero visitante.
El dominio en la segunda parte ya fue absoluto. El Huesca apenas pudo salir de su campo y sus llegadas al área eran contadas. Denis se agrandó, Nolito piso área y Aspas, en su línea, jugó donde, cuando y como quiso.
Faltaba el gol para cerrar el choque y dejar pasar los minutos con tranquilidad. Y quién si no iba a aparecer. El mago de Moaña volvió a sacar su varita mágica tras recibir una gran asistencia de Nolito a la espalda de los centrales. Regate con la zurda y gol -noveno de la temporada- a la buchaca con la diestra.
El «Chacho» lo vio liquidado y enfocó su siguiente objetivo: el Real Madrid el próximo sábado (21:00 horas). Retiró a Denis Suárez, con tarjeta amarilla, y a Aspas, para dar entrada a Beltrán y Okay. Claramente buscó el control, aunque todavía tuvo que pelear el equipo ante las acometidas visitantes. El gol de Seoane en el tramo final provocó desconcierto y fue necesario luchar durante unos minutos agónicos en los que peligró el triunfo. Ahí también apareció Rubén Blanco con una mano salvadora.
Este mágico Celta cierra así un año muy malo con un pronóstico inmejorable. Lejos de los puestos de descenso y a un paso de los que lleva a Europa, ahora se marca como meta conseguir cuanto antes los puntos que dan la permanencia. Luego Coudet y Aspas dirán hasta dónde se puede llegar.
Celta: Rubén Blanco; Hugo Mallo, Araújo, Murillo, Olaza (min.89, Aidoo); Renato Tapia (min.82, Fontán); Denis Suárez (min.72, Okay), Brais Méndez, Nolito (min.82, Baeza); Iago Aspas (min.72, Beltrán) y Santi Mina.
Huesca: Álvaro, Pedro López (min.80, Juan Carlos), Pulido, Siovas, Javi Galán, Mosquera, Mikel Rico (min.67, Seoane), Ferreiro, Borja García (min.56, Rafa Mir), Ontiveros (min.68, Sergio Gómez) y Okazaki.
Goles: 1-0, min.32: Nolito, en el área a pase de Aspas; 2-0, min.61: Aspas regatea a Álvaro y marca a puerta vacía tras asistencia de Nolito; 2-1, min.84: Seoane, de tiro cruzado.
Árbitro: Munuera Montero (Comité Andaluz). Mostró cartulinas amarillas a Denis Suárez y Hugo Mallo.
Incidencias: Partido correspondiente a la 16ª jornada de La Liga disputado en la Estadio Municipal de Balaídos.