‘Rube’, el cachorro de lobo marino rescatado en Valdoviño el pasado mes de noviembre muy desnutrido y con varias heridas, será liberado en las próximas horas en aguas del Gran Sol. Tras completar su recuperación en tierra, está previsto que este jueves embarque desde el puerto de Vigo en el arrastrero Patricia Marta, en el que será trasladado al norte hasta encontrar un lugar idóneo donde proceder a su suelta en aguas internacionales. La partida tendrá lugar a las 11.00 horas.
‘Rube’, un cachorro macho con pocas semanas de vida y solo 11 kilos de peso, fue el primer lobo marino localizado en la costa gallega durante la temporada 2020-2021. El 15 de noviembre lo fotografiaron por primera vez en la playa de Vilarrube, en la ría de Cedeira, y dos días después quedó atrapado en un palangrillo del barco Meixón, cuyo patrón fue quien dio el aviso por el que se activó la Red de Varamientos de Galicia, el plan de actuación avalado por la Xunta para gestionar los episodios de este tipo que ocurren todos los años frente a las costas gallegas.
El ejemplar, uno de los más pequeños tratados hasta el momento en la comunidad, fue trasladado de inmediato a la UCI del centro que tiene la Coordinadora para el Estudio de los Mamíferos Marinos (Cemma) en Nigrán, donde constataron que presentaba varias heridas en el cuerpo, alguna de ellas de gravedad, una pequeña afición respiratoria y signos evidentes de desnutrición.
Personal de la Cemma se ocupó desde el primer momento de la atención y cuidado del animal en virtud del convenio de colaboración que mantiene desde 2003 con la Consellería de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda. De hecho, se trata de la única entidad autorizada por la Dirección General de Patrimonio Natural para gestionar y coordinar la Red de Varamientos, ya que los animales a los que tratan son especies protegidas y requiere de las pertinentes autorizaciones.
De este modo, la rehabilitación de ‘Rube’ en Nigrán se centró en que había recuperado las constantes vitales, estabilizando su estado y ofreciéndole el tratamiento clínico y la alimentación pautadas por el equipo veterinario de Cemma. Cuando los ejemplares consiguen entre 18 y 20 kilos de peso y están solucionados los problemas que los llevaron al varamiento, se considera superada esta primera fase, por lo que se autoriza su traslado a una piscina exterior.
La segunda fase de rehabilitación se centra en preparar al animal para su retorno al medio marino y se lleva a cabo en las instalaciones que tiene en la Illa de Arousa el Instituto Gallego de Formación en Acuicultura (Igafa), dependiente de la Consellería del Mar.
Allí, los lobos marinos se instalan en una piscina de agua corriente salada al aire libre, con apenas una isla para poder descansar en seco. El objetivo de su estadía en estas instalaciones es que los animales consigan musculación, agilidad, capacidad de buceo y de caza, aclimatación a la temperatura ambiental y marina, así como que ganen más peso.
‘Rube’ fue trasladado al Igafa el pasado 29 de diciembre, donde completó satisfactoriamente su proceso de recuperación. En estos momentos, pesa ya 25 kilos y su estado de salud es adecuado para la vuelta a su medio natural, por lo que el equipo veterinario de la Cemma decidió darle el alta y proceder a organizar el embarque para su liberación en el medio marino.
En este proceso, la Red de Varamientos de Galicia volverá a contar como en otras ocasiones con la colaboración del arrastrero Patricia Marta, con base en el puerto de Vigo, que a partir de mañana acompañará la ‘Rube’ hasta aguas norteñas del Gran Sol, donde, 36 horas después de su partida, procederá a soltarlo.
‘Pabbar’, listo para su traslado al Igafa
En lo que respecta a la situación del otro lobo marino localizado en las costas gallegas en noviembre, se recupera favorablemente de sus heridas por lo que la previsión de la Cemma es que sea trasladado en las próximas horas (probablemente este jueves) a la piscina externa del Igafa, iniciando así la segunda fase de su recuperación.
Bautizado como ‘Pabbar’, se trata de un macho de menos de dos meses de edad, que fue encontrado el 28 de noviembre en la playa de Barizo, Malpica. En el momento de su traslado a la UCI de Nigrán, el animal pesaba 19 kilos, tenía limitada la movilidad del tercio posterior del cuerpo por luxación articular, estaba muy deshidratado y presentaba una pequeña obstrucción digestiva.