Durante varios meses Portugal fue un referente en relación con las cifras de la pandemia del Covid19. Tenían pocos casos en comparación con otros países y se consideraba que las medidas que habían adoptado eran muy acertadas y efectivas, además del gran civismo que tiene su población. Sin embargo, con el paso del tiempo, las cifras de contagiados en el país vecino se han disparado y las medidas restrictivas han tenido que endurecerse y la población sigue respetando lo que aconsejan las autoridades, pero el virus sigue haciendo estragos porque se cuela por cualquier lado a la menor oportunidad.
Esta fotografía es un ejemplo de los tiempos de bonanza en Portugal. Está tomada al mediodía en la ciudad de Oporto, a finales del pasado mes de diciembre, en plena época Covid19. Se trata de la Rúa Santa Catarina, la calle más comercial, una calle que siempre está llena de gente, tanto de nativos como de turistas. Lo que nos resultó curioso es que poco antes de llegar a media tarde, tanto esa calle como todas las demás de la ciudad se iban vaciando completamente. Desconocíamos que en aquellos días el toque de queda entraba en vigor en todo Portugal y nadie se planteaba oponerse a unas normas que pretendían contener los contagios.
Nosotros habíamos viajado a Oporto por necesidad, y en esas horas próximas a la media tarde, poco después de tomar esta fotografía, se me ocurrió que antes de volver para Vigo podíamos acercarnos a Leica Store, en el número 48 de la Rúa Sá da Bandeira, una tienda especializada en las fabulosas cámaras fotográficas de precio inalcanzable y que con frecuencia visitamos, aunque sólo sea para soñar. El caso es que al abrir la puerta del establecimiento los empleados pusieron una desacostumbrada expresión de incomodidad y se me ocurrió preguntar si iban a cerrar. Fue entonces cuando se dieron cuenta de nuestra ignorancia sobre el tema y nos explicaron con la misma amabilidad de siempre lo del toque de queda, para el que faltaban muy pocos minutos. Evidentemente no llegamos a entrar, les dimos las gracias por el aviso, dejamos la visita a Leica Store para mejor ocasión, y fuimos a recoger el coche en el Parking Trindade, que tiene un precio excepcional y una esmerada atención al público. E iniciamos el regreso para Vigo.
Ahora, las últimas noticias hablan de cifras de contagio desconcertantes y de fuertes medidas restrictivas, sin descartar la posibilidad del cierre de fronteras, advirtiendo que la frontera con Galicia puede ser la puerta de entrada de la variante británica del virus, mucho más contagiosa que las demás. Los portugueses son cívicos y disciplinados, y aún así les afecta el Covid19. Me pregunto qué pasará aquí, en España, donde muchas personas no respetan las normas y siguen contribuyendo a que el virus siga avanzando por cualquier resquicio que se encuentre a su paso, ayudado, también, por la ignorancia o por la inconsciencia de aquellos que niegan su existencia.